Somos libres como el viento y sería peligroso atraparte.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -


CAJITA DE MOMENTOS


El tiempo NO PARA:

Un día de estos, estaba hermoso, parecía verano, pero no hacía mucho calor, ni tampoco estaba pesado el día. Era uno de esos días que te hace poner bien, estar un rato afuera al sol y descansar un poco, solo la naturaleza y vos (?) A eso de las 7 de la tarde, mi hermana se puso a andar en esa especie de patineta con dos ruedas, que es extremadamente difícil de aprender a usar para mi. Y sin un porqué, se apoderó a mi, el alma esa, que había dejado olvidada entre los juegos de mesa, las muñecas, y las sogas, y me agarraron muchas ganas de andar en rollers. Pero claro, yo tenía 9 años, mas o menos, cuando anduve por primera ves, y tuve mis primeros y únicos rollers, en ese entonces calzaba 35/36, ahora calzo, 37/38, no es tanta la diferencia, pero se nota cuando vas con toda la emoción a intentar ponértelos, sabiendo que hay una gran posibilidad de que ni te entre en el dedo meñique del pie, pero las ganas, te borran la lógica e intentas hacerlo aunque te duela como que si tuvieras mil kilos de cementos aplastándote el pie. Intenté, e intenté, y logré ponérmelos a pesar de que me asfixiaba, me estrujaban los pies. Ni se imaginan cuando me paré y intenté andar.. de la conmoción, me los puse al revés. Oh! Devuelta a probar si me entran, y me entraban menos! Me quería matar. Cada ves me desilusionaba más. Pero seguía con ese sueño, de volver a sentir el viento que te pega en la cara, que te deslizas sobre el piso, que corres  lo más rápido que nunca vas a poder hacer corriendo normalmente. De una forma u otra, me los puse devuelta. Salí afuera, y no andaba tan bien como antes.. me costó agarrarle la mano como cuando era mas chica. Pero pude, fui y vine, di vueltas, me mareé, corrí, jugué cual nena con juguete nuevo (?) ¡Estaba feliz! 
Pero duró poco, me dolían como nunca los pies, pero nadie me iba a sacar ese conjunto de emociones que sentí  ahora. Me lo saqué no aguantaba más. Fue lindo volver a esos tiempos de esa forma. Me dieron ganas de salir y andar en rollers por todos lados con amigas (?) Mi hermana, me vio con esos viejos rollers, y me pidió que después se los preste. Me olvidé y los llevé a guardar. Cuando vuelvo, me dice, ¿Me los vas a prestar? Si, le dije. Volví adentro, mi mamá me dijo que cierre las ventanas, a todo esto, ya estaba oscureciendo. Cuando las voy a cerrar, ví a mi hermana sentadita en una silla, esperando que se los lleve, ya se había sacado las zapatillas, y esperaba con una carita impaciente mezclada con emoción, que yo se los lleve. Me comencé a emocionar, sí, como escucharon (? La grandulona, fría, que nunca llora, que la creen insensible, tiene sentimientos! Y ahora, se me están notando mucho. Fui se los lleve, se los dí, y los ojos, casi me goteaban. Me emocionó mucho ese momento. No se porque, nunca antes me había pasado. 
Fue peor, cuando a mi hermana no le entraron. Si, tiene el pie mas grande, y es mas chica que yo. Terrible. Pero eso es lo de menos. Fue una lástima que ella no haya podido andar, ni los usó, prácticamente. 
Tengo ganas de comprarme unos pares nuevos, y andar los domingos al mediodía por la ciudad (?)


1 comentario:

Emilia Inés dijo...

:) esos momentos te hacen sensible, es bueno ser sentimental a veces. Que mal que a tu hermana no le hayan entrado pero la intencion es la que cuenta